Museo ferroviario
La vinculación de Valladolid con el ferrocarril viene de antiguo: ya en 1861 la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España decidió ubicar en nuestra ciudad sus Talleres Generales, los más antiguos de España, que siguen desempeñando la misma función desde entonces, si bien recientemente hayan cambiado de ubicación. Esta industria generó gran cantidad de empleo, tanto directo como indirecto. Además, la existencia de una Escuela de Aprendices ligada al ferrocarril, que formaba muy buenos profesionales, propició la implantación de otras importantes industrias.
Esto hace que Valladolid tenga una deuda histórica con el ferrocarril que podría saldarse con la creación en la ciudad de un museo del ferrocarril, reivindicado por ASVAFER desde hace muchos años. Además de lo anterior, Valladolid dispone de una ubicación ideal para dicho museo: el Depósito de locomotoras. Por otro lado, muy cerca del mismo se encuentra el célebre Arco de Ladrillo, que podría ser un buen símbolo para el museo.
Una interesante idea puede ser ampliar el museo del ferrocarril a un museo del transporte, más general, para vincularlo con otros medios de transporte relacionados con Valladolid, como el Canal de Castilla o el automóvil.
Por ello, ASVAFER ha ido recuperando diverso material ferroviario de todo tipo, tanto fijo como rodante, para que la memoria del ferrocarril en Valladolid no se pierda.
Por ahora, aunque nuestra sede ya es un museo por sí misma, tenemos salas dedicadas específicamente a ello donde se puede apreciar:
- La reconstrucción del despacho del jefe de estación de hace unos cuarenta años, con su teletipo, máquina de escribir, banderín, silbato, etc.
- Maquinaria de vía.
- Gatos y herramientas de diferentes tipos.
- Faroles.
- Enclavamientos.
- Herramientas de fragua y forja.
- Instrumentos de medida.
- Señales de diferentes tipos.
- Sistemas de comunicación.
- Uniformes.
- Placas de vehículos ferroviarios.
- etc.